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miércoles, 28 de septiembre de 2011

viernes, 23 de septiembre de 2011

Dar sentido a la vida

Pero el mundo no se detuvo, no le prestó ninguna atención, y sentía que estaba cayendo en un hoyo. ¿Y ahora, qué?
¿Voy a consumirme y a desaparecer, o voy a sacar el mejor partido posible del tiempo que me queda?

«Acepta lo que eres capaz de hacer y lo que no eres capaz de hacer»
«Acepta el pasado como pasado, sin negarlo ni descartarlo»
«Aprende a perdonarte a ti mismo y a perdonar a los demás»
«No des por supuesto que es demasiado tarde para comprometerte»

«Algunas mañanas lloro mucho y estoy de duelo por mí mismo. Algunas mañanas estoy muy enfadado y muy amargado. Pero no dura demasiado. Después, me levanto y me digo: “quiero vivir...”
»De momento, he sido capaz de hacerlo. ¿Seré capaz de seguir así? No lo sé. Pero apuesto conmigo mismo a que lo seré.

«¿Has encontrado a alguien con quien compartir tu corazón?
«¿Estás aportando algo a tu comunidad?
«¿Estás en paz contigo mismo?
«¿Estás procurando ser tan humano como te sea posible?

«La vida es una serie de tirones hacia atrás y hacia adelante. Quieres hacer una cosa pero estás obligado hacer otra diferente. Algo te hace daño, pero tú sabes que no debería hacértelo. Das por supuestas ciertas cosas, aunque sabes que no deberías dar nada por supuesto.

»Es una tensión de opuestos, como una goma elástica estirada. Y la mayoría de nosotros vive en un punto intermedio.
»Algo parecido a un combate de lucha libre.
Gana el amor. El amor gana siempre.

«La cultura que tenemos no hace que las personas se sientan contentas de sí mismas. Y uno ha de tener la fuerza suficiente para decir que si la cultura no funciona, no hay que tragársela».

«Lo más importante de la vida es aprender a dar amor y a dejarlo entrar.
Dejarlo entrar. Creemos que no nos merecemos el amor, creemos que si lo dejamos entrar nos volveremos demasiado blandos. Pero…
«El amor es el único acto racional.»

Lástima de sí mismo.
-A veces, por la mañana, la siento. Es entonces cuando me lamento. Pienso y deploro lo que he perdido. Deploro el modo lento e insidioso en que me estoy muriendo. Pero, a continuación, dejo de lamentarme.
-Me permito un buen llanto si lo necesito. Pero después me concentro en todas las cosas buenas que me quedan en la vida.
¡Qué útil sería establecer un límite diario a la autocompasión! Unos pocos minutos lacrimosos, y después a seguir adelante con la jornada.

Si no tienes el apoyo, el amor, el cariño y la dedicación que te ofrece una familia, no tienes gran cosa. El amor tiene una importancia suprema. «Amaos los unos a los otros o moriréis».
No es sólo amor, sino también hacer saber a los demás que hay alguien que está velando por ellos.

«No te aferres a las cosas, porque todo es impermanente»
Pero el desapego no significa que no dejes que la vivencia penetre en ti. Al contrario: dejas que penetre en ti plenamente. Así es como eres capaz de dejarla.

-El caso de cualquier emoción: el amor a una mujer, o el dolor por la pérdida de un ser querido, el miedo y el dolor de una enfermedad mortal. Si contienes las emociones, si no te permites a ti mismo llevarlas hasta el final, nunca podrás llegar a estar desligado; estarás demasiado ocupado con tu miedo. Tienes miedo al dolor, tienes miedo a la pérdida de un ser querido. Tienes miedo a la vulnerabilidad que trae aparejado el amor.

»Pero si te sumerges en estas emociones, permitiéndote a ti mismo tirarte de cabeza a ellas, hasta el final, por encima de tu cabeza incluso, las vives de una manera plena y completa. Sabes lo que es el dolor. Sabes lo que es el amor. Sabes lo que es la pérdida de un ser querido. Y sólo entonces puedes decir: «Está bien. He vivido esa emoción. Reconozco esa emoción. Ahora necesito desligarme de esa emoción por un momento».

Las personas sólo son malas cuando se ven amenazadas, y eso es lo que hace nuestra cultura. Eso es lo que hace nuestra economía. Hasta las personas que tienen puestos de trabajo en nuestra economía se sienten amenazadas porque temen perderlos. Y cuando uno se siente amenazado, empieza a preocuparse únicamente de sí mismo. Empieza a hacer del dinero un dios. Todo forma parte de esta cultura.

»Construir tu propia pequeña subcultura. No quiero decir que pases por alto todas las reglas de tu comunidad. Yo no voy por ahí desnudo, por ejemplo. No me salto los semáforos en rojo. Puedo obedecer las cosas pequeñas. Pero las cosas grandes, cómo pensamos, lo que valoramos, ésas debes elegirlas tú mismo. No puedes dejar que nadie, ni que ninguna sociedad, las determine por ti.

» Las cosas que se supone deben avergonzarme, despertarme algunas mañanas con ganas de llorar, no tienen en sí mismas nada de vergonzoso ni de deshonroso.
»Lo mismo pasa con las mujeres que no son lo bastante delgadas, o con los hombres que no son lo bastante ricos. No es más que lo que nuestra cultura quiere hacernos creer. No te lo creas.»

»Yo deseaba siempre haber hecho más cosas. Solía azotarme a mí mismo por ello. Ahora veo que eso no servía de nada. Debes hacer las paces. Debes hacer las paces contigo mismo y con todos los que te rodean.»

»En los negocios, las personas negocian para ganar. Negocian para obtener lo que quieren. El amor es diferente. El amor es cuando te preocupas tanto por la situación de otra persona como por la tuya propia.

El Entrenador.

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