Una historia de hospitalizaciones
Mi historia general con casos marginales y uno principal.
Mi resumen general es de 2 únicas hospitalizaciones:
- la primera de menos de un día o noche tras una operación de Amigdalectomía, a los 10 años, recuerdo en un hospital con monjitas creo que de Santa Ana, y eso de los helados.
En la salita de espera de la clínica particular del doctor en una casa chalet céntrico, niños esperábamos el turno con sensación de cordero en el matadero, mi miedo era paralizante, contenido mirando a familiares acompañantes de la sala. En el silencio se oyeron los gritos histéricos de una joven como de 16 años que terminaron cuando se oyó una fuerte bofetada. De mi operación recuerdo cosas pero algunas no muy bien por el efecto del cloroformo. Sí recuerdo el envoltorio de sabana y toallas (blancas para más inri), cómo un enfermero o ayudante me agarraba bien los brazos después de sentarme entre sus piernas en su misma silla. Después el cloroformo y lo que no sé si era real lo que veía, la pastilla del sedante mi madre olvidó dármela y la tomé con más de una hora de retraso. Sí, recuerdo el foco y el espejo reflector con el agujero para ver con un ojo, una enfermera a su lado con una bandeja de instrumentos y cómo el cirujano tomaba algo que me pareció eso de hacer bolas de helado para poner en el cucurucho, después cuando me hurgó y extrajo no recuerdo de si sentí algo y me parece que era como un vomito a borbotones, de sangre. Pero la espera del turno como dije fue lo peor, mucho miedo. Eso me recuerda también las extracciones en dentistas.
- La última hospitalización es la principal, las además fueron de visitas a otras personas, consultas a los especialistas o pruebas, análisis, etc. gastroscopia sin sedar aunque sentí algo de nauseas al pasar por la garganta el tubo, pero en una colonoscopia firmé que sí me sedaran para quitar posibles pólipos, aunque en ésta ocasión no fue necesario dejar días previos de tomar Sintrom (luego cuento lo precedentes antes de la última o principal hospitalización), y tener que pincharme yo la heparina los dias anteriores como fue para la endoscopia gástrica. Curiosamente en el dentista del Insalud para una extracción te pide un informe del nivel de vitamina K, el test del Sintrom, en lugar de hacer ellos el pinchacito en el dedo, no se quieren pisar entre doctores y enfermeras, no sea que les acusen de intrusismo.
- De visitas muy variadas, un primo que se fractura una clavícula jugando al rugby, una tía con neumonía, una cita con el director que era un profesor, al amigo que le mordió la mano un león de circo, y que en la s.s. le curaron mal sin hacer caso a las indicaciones de no coser las heridas para dejar supurar posibles infecciones y demás, por lo que al final tuvieron que hacerle y curar con bastantes injertos.
- Bueno, y más que visita fue acompañar a mi amigo tras el accidente con el coche que sufrimos, creo que es la única vez que he perdido el conocimiento, sólo unos segundos tras el impacto, mi cabeza con el parabrisas cuando este se hundió al dar la vuelta, creo que llevaba el cinturón pero no había airbags, recuerdo bien los segundos, tras el golpe, que el coche tripa arriba se arrastró sobre el asfalto hasta detenerse, se oían aun las cosas que salieron del maletero al quedar abierto y nos seguían. El viaje en la ambulancia de la Cruz Roja lo recordaría, también al final lo cuento, uf! esos botes. En esta ocasión tuve que pedir a una enfermera del hospital que me atendiesen a mi también, y sí, me puso la cabeza bajo un grifo no sé que me echó pero me retiraba los cristales con un cepillo y los oía caer a la pila.
- Visita acompañando y “guardias” por turnos de noche las pase con mis padres, los dos hospitalizados, esto también lo recordaría en esa última ocasión con lagrimas una mala noche.
Con estos preámbulos de mis antecedentes casi podría decir que yo antes nunca estuve hospitalizado.
Pero antes de la historia principal o última de esto, contaré la sucesión de mis antecedentes clínicos:
Yo siempre temía al azúcar pero no era problema, no era, como se dice demasiado de dulces, y solía tomar edulcorantes, peeeeero... en una de esas revisiones del trabajo tenia la tensión alta, pensando que podía ser por haber caminado bastante para llegar (para que la glucosa no estuviese alta, jejeje), me dijo la enfermera: -después de todas las otras pruebas la tomo de nuevo, pero nada y dijo que mi médico de cabecera lo viese, así fue y después de estar sin tomar café, alcohol, comidas picantes, estimulantes, etc. después ya me dijo que era cosa de la edad así que pastilla diaria.
Así años, aunque en un momento volvía a estar algo alta y entonces cambió a pastilla con diurético.
La enfermera me comprobaba la tensión cada 3 meses y el peso también, y el médico me pedía análisis generales cada año. Pero un día la enfermera al tomarme la presión me dijo que tenía arritmia, me tumbó en la camilla y puso los electrodos para hacer la cinta esa que parece lo de los volcanes, me explicó pero yo de esos dibujos como que nada, y la mostré al médico que me mandó a urgencias, asi que tome el autobús de inmediato. Yo no sentía nada especial y me dijo que en urgencias me lo pondrían bien, sincronizado, con química o descargas. En urgencias todas las veces que pusieron los electrodos salió todo bien, nada de lo que llevé como prueba en esa tira de papel, así que a última hora de la mañana o mediodía, me mandan para casa y que le diga a mi médico para pedir cita con el cardiólogo, hasta la primera cita del cardiólogo en 6 meses, no sé esto de las urgencias, prescripción entretanto de la pequeña píldora de Adiro (aspirina). Después de esa primera consulta con el especialista fueron rayos, análisis, ecografía y Holter (creo que no me olvido de nada). Revisiones cada año, análisis y Holter los primeros años, ya después sólo análisis y electro previo a la consulta. Sintróm como anticoagulante, y Apocard para el ritmo cardíaco, primero 1 por la mañana y después según le pareció por el Holter otra más por la noche. Y así todo iba bien durante bastantes años hasta que una noche... después de quedarme dormido en el sofá viendo la tele, me senté aquí en el PC donde ahora escribo para ver si había alguna novedad y apagarlo, hacer un pis y acostarme como siempre. Para clicar con el ratón, que tengo a mano izquierda, al ir a apagar con el icono noté que no era capaz de mover el puntero, pero como el ratón está hecho una mierda, no me extrañó, así que crucé la mano derecha y lo hice. Y ahora al levantarme de la silla, primero mi pie derecho y después el... caí sin control, sin mareo ni dolor, la mano izquierda tampoco podía ayudarme, con la derecha... la mesa como la silla tiene ruedas y huyó de mi auxilio, me golpeé un poco la mano derecha donde el dedo gordo, pero fui al suelo y desesperado para sostener el móvil y llegar a mi cama, no sé cómo hice, cómo pude moverme, y sí recuerdo bien cómo llegue a ponerme el pantalón del pijama y pensé que no podía dormirme así, vi en el espejo del dormitorio que si podía guiñar ambos ojos y no noté nada en mi cara pero estaba claro, así que... y como no era capaz de sostener el móvil con la mano izquierda, se me caía, dejándolo sobre la cama marqué el 1 1 2. Toda la semana y la anterior fui al polideportivo y estuve más de media hora en la sala de fitness haciendo un poco de todo y una hora en la piscina, sin matarme, y como casi siempre de lunes a viernes aunque hay algún día que fallo.
Les conté al SUMA que me dijeron que si podía dejarles la puerta abierta y que me sentase cerca, y lo conseguí y me senté en una butaca del salón a esperar, después también pude ir al telefonillo para abrirles la puerta de abajo de la finca. Me pusieron electrodos de cardio, y tomaron la tensión, debía estar muy alta y me pusieron un par de pastillas de Captopril 25 bajo la lengua (esto me causó una hinchazón del paladar bajo la lengua que no debió ser reacción alérgica sino que al tener la boca seca el efecto me lo hizo muy local), mientras llamaban para conseguir una ambulancia, debía ser el traslado a un hospital con neurología, tardó en llegar bastante, a esa hora no sé dónde estaban, madrugada de un domingo. El traslado fue rápido en la ambulancia de la Cruz Roja con muchos botes que me recordaron al día del accidente con el coche sólo que ahora era yo el que viajaba en la camilla. En Urgencias ya les dije que era un ICTUS aunque me hicieron las preguntas pertinentes: yo había estado todo el tiempo consciente, ningún golpe ni dolor... todo respondí bien aunque ya entonces con lengua de trapo como un borracho, las erres como ruso, siempre después me harían mil veces decir frases de esas, y yo ya les decía bromeando esa otra del EL PERRO DE SAN ROQUE NO TIENE RABO PORQUE RAMÓN RAMÍREZ SE LO HA CORTADO, aunque la última vez alguna alumna de las que hacían estas prácticas para evaluar según un sistema que llaman Canadá me pidió le dijese la del El cielo está enladrillado... seguro que fue alguna que me oyó decir otro día lo del perro en lugar de decir lo que me pidió repetir esta otra yo la dije de corrido, ella seguro que no habría sido capaz. Al llegar a Urgencias te preguntan si sabes a que día estamos, edad, fecha de nacimiento, creo que al SAMU ya les dije hasta el número DNI, pero en Urgencias es para saber en qué grado estas afectado, además estaba de guardia el doctor de neurología que me trató, el mismo que les enseñaba a las alumnas en prácticas todas esas cosas con imágenes TAG de escáner de ejemplos de ictus. Y me pusieron en la UCI y ahí con suero y creo que con alguna vía por donde inyectan lo que sea. No sé cuánto tiempo me tuvieron ni si me dormí después de hacer mi pis en una de esa botellas que te dan cuando les dices, y no sé a qué hora me subieron a la 7ª, seguramente sí me dormí antes, pero sí recuerdo ver el número de planta al salir del ascensor, y pensé -vaya! la de los locos, ¿o me dormí ahora después?.
Ahora sí que iba a ser una hospitalización, ahí estaba en la Sala de ICTUS. Para empezar en la cama 4, frente a la puerta desde donde podía cotillear cuando entraban una cama o sacaban y dónde me molestaba la luz y el sol de la tarde que entraba por las ventanas del pasillo cada vez que abrían la puerta.
Todo monitoreado, cables, tubos de goteos... 3 electrodos para ver el ritmo cardíaco y respiración, la pinza en el dedo para ver la saturación de oxígeno y la banda de presa en el brazo para la presión arterial, vías con goteo con y sin bomba por donde inyectar medicamento directamente o extraer sangre para análisis. Cada una de las 8 camas de la sala tenían además en el techo cámara con micrófono, todo ello lo podía ver y controlar la enfermera de sala de turno con una pantalla enorme dentro de un apartado acristalado, la pecera, que me recordaba el VAR. Me pusieron el camisón de culo al aire (y es que la cinta de atarlo en casi todos falta o está rota y quedaba corta), y el pañal porque de momento no te puedes mover de la cama. Y me dijeron que no me preocupase y avisase a las auxiliares para que me limpiasen cuando fuese necesario.
Cuando pasaron la ronda doctor y enfermeras, alguien al ver la botella por lo del pis sobre mi mesilla, me dijo algo pero no sé por qué le dije que había intentado hacer, aunque por tercera vez, así que dijeron de que no podía tener retenciones, por la próstata grande, con la tensión, y que me pondrían una sonda, yo hice de nuevo pis en cantidad, y aunque alguien les dijo que había vuelto a hacer cantidad por tercera vez... nada, que el doctor dijo que sonda, yo les dije que no quería, pero... el doctor ha dicho...
Y así empezaron mis pesadillas. Y al final en el informe del alta ponen que tenía una retención aguda, para justificarse claro.
Mis visitas:primero llamé a mi vecina para que me trajese las gafas para ver de cerca, maquinilla de afeitar y la espuma, y alguna cosa más de higiene aunque los auxiliares tienen de todo naturalmente para lavarte, pero me cogió el móvil la enfermera y no sé que rollos se trajeron y como resultado me trajo un montón de frascos de su casa además de mis cosas. La siguiente fue de un amigo que también me trajo un buen frasco de colonia, antes de ir me preguntó si necesitaba dinero y si quería un sobre al vacío de ibérico, qué loco. Y más adelante ya a otro amigo le dije que me trajese el esquelético y cepillo y pasta de dientes. Y es que sólo llevé lo que me dijeron: móvil, el cargador y llaves de casa. Y luego las visitas fueron a diario.
No sé si fueron dos días o tres que te tienen sólo con el goteo sin probar ni el agua. Me dieron después unas gasitas pequeñas, y mojadas algunas en alguna especie de colutorio bucal o sólo agua del grifo. Para mojarte un poco lo labios o la lengua. Ya en la ronda me miraron eso del paladar bajo la lengua inflamado y avisaron a los especialistas y cuando éstos pasaron a verlo tampoco supieron, ya les dije que esas pastillas que me puso el SUMA no se disolvieron sino en mucho tiempo, es de suponer que el efecto fue más local sin absorberse rápidamente como era su propósito. Pero en esos días aun con ese ayuno se fue poco a poco.
Después la dieta ponía ¿basal? todo purés y gelatinas o compotas o parecido en los postres. Al final en unos días, ya tienes algunas comidas que incluso están buenas y rellenas una hoja señalando las cosas que quieren para el día siguiente, sólo la comida no desayuno ni cena, entonces ya no te dan merienda como en la dieta basal. Y es cuando antes la enfermera te lleva el surtido de pastillas.
Me pusieron la sonda, alguna enfermera encargada y alguna mas mirando porque todas quieren aprender a hacer cosas y ayudar, me hicieron daño al pasar por la próstata, incluso rectificaron y volvieron a pasar de nuevo, supongo que tampoco tenían experiencia para saber cuándo hinchar el globo (algo que sujeta la sonda dentro de la vejiga). La culpa del daño para la próstata, pero digo yo que el esfinter es lógico que este cerrando el paso y se pudo dañar ahí. A partir de entonces más que molestias al orinar, después color de sangre en la bolsa, y después los coágulos de sangre que atascan la sonda, entonces ya era dolor cada vez que la orina intenta salir natural y no puede ser con el calibre de la sonda, con lo que llaman perisonda. Intentos de lavados con jeringas, 30, 50... cl. y lo mismo que entra debería poder sacarse, pero no. Llaman a los de urología que indican hacer lavados por goteo pero con otra sonda mas gorda con dos vías, una más para el goteo rápido o inyectar con jeringa, 50, 30, 50… las bolsas eran de 3 litros y creo que fueron 7, en las últimas era la orina limpia. Y se podría quitar la sonda. Los dolores eran muy frecuentes y aun no me quitaban la sonda. Tuve unas palabras con una enfermera que pretendía hacerme lavados con jeringa cuando los de urología ya habían dicho que después de la última bolsa se podría retirar la sonda.
Ya me cambiaron de cama o posición a la 7 o la 8, estas dos últimas camas de la sala están separadas al final con una puerta, la mía al lado de las ventanas al exterior donde se veían terrazas de áticos más que nada. Estas dos camas separadas con una cortina como las habitaciones, y compartían una misma televisión aunque ésta no sintonizaba todos los canales HD justo después del apagón de los antiguos canales SD.
Con esos dolores con la orina aunque fuese poca cantidad de orina seguía con tanto dolor que una noche tuve una pesadilla que era como algo que trataba del dolor, de lo que se puede soportar, de los tipos de dolor, de suplicios, torturas, dicen de esos dolores que son como de echar piedras, y de éstos como los los partos. Una noche la enfermera del turno de guardia después me contó que me inyectó algo y me puso en la nariz el oxígeno, porque estaba muy alterado y con un pie fuera de la cama (a mí me gustaba tener la barras a los lados de la cama y eran las que agarraba con fuerza durante los espasmos).
Después de esa pesadilla fue cuando tuve los recuerdos de mis padres en el hospital uno al lado del otro en dos camas cuando se daban la mano, y estuve llorando buen rato con ese recuerdo. Y seguí con la sonda y los terribles dolores de espasmo al orinar aunque fuesen sólo unas gotas.
En esa habitación casi a la noche metieron a una señora directamente, no era muy joven, y fueron todo atenciones a ella visitas de enfermeras y auxiliares, conocida por casi todas. Cuando terminaron de pasar por allá, a preguntarle y saludar, entonces me presenté como el vecino de otro lado de la cortina.
Respuesta, ni muu dijo. Pensé que a saber que le pudieron decir de mi algunas compañeras. Se alojó en un butacón para pasar la noche su esposo, o pareja. Me dieron el coñazo esas visitas, en particular una contándose ambas cosas de sus estudios, después con su pareja repasando cosas de química porque la señora tenía un examen de química. Puse no muy alta la televisión por la noche, y a una enfermera le dije que les dijese que por mí podían apagarla cuando quisiesen. Esa enfermera fue la que cuando entró de turno después de las 10 de la noche, me dijo que no la molestase a la vecina ¿?, cuando ya estuve en las habitaciones le pregunté si ella también la conocía y me dijo que no, pero no sé, y que lo que me dijo era otra cosa, que yo no la entendí. Pero estaba claro el favoritismo y trato gremialista. Es más al día siguiente antes de las visitas con muchos de sus familiares, fue a hablar con ella alguien de rayos, pretendía hacerse las pruebas para poder ir a su examen de química, pero era imposible porque esos turnos los tienen programados, o quizá un sábado... nada, no le valió.
Cuando estuvieron esas visitas oí de todo y no podía identificar las relaciones, problemas de niños en nueva parejas de divorcios, un jaleo, pero un tipo que vi y no se si era sudamericano o norteafricano habló mucho y claro intentando que hubiese cordura, creo que era pareja de una hija y padres de un niño que no sé cómo le dejaron estar allá, y que a veces miraba mi bolsa de la sonda, que posiblemente aun podía tener mal color. La pareja al menos se despidió de mí al marcharse.
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Y después me pasaron a las habitaciones donde no hay monitorización, y como dije puedes elegir el menú. Pero no sé si fue porque me tocaba ya o para dejarla sola a la señora.
Ahora ya podía ducharme y afeitarme, aunque aun seguí un día más con la sonda ya alguna vez también con un perchero de ruedas con un gotero, y yo corría al baño con gran escándalo de colisiones por el camino.
Fue un placer poder orinar después de quitarme la sonda, en el pañal, jijiji, según estaba sentado en la silla comiendo a gusto.
De vez en cuando me ponían algo, y me hicieron otro análisis para terminar dándome el alta. Lo malo fue que el doctor de neurología me dijo un día: no, si pensábamos darte el alta este viernes; y otro día: no, si te íbamos a dar el alta el lunes...
Ya en el informe del alta al final dicen cual es la medicación en casa. Y una cita en Medicina Intena, pero esto ya es otra historia y quizá una nueva entrada, post.
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