Vivir, estar vivo, o más bien no encontrarse abierto a la muerte es no estar en la situación en que esa pregunta resulta inminente.
Para decirlo más claro: se vive siempre sin razón; y vivir es eso, es vivir sin-razón, por nada, a merced del tiempo.
Es la no-razón, una verdadera locura, si lo pensamos. Pero no lo pensamos.
En cuanto algo del «pensamiento», de la «razón», se introduce en las cercanías de la vida, hay motivos para volverse loca. (H.C.)
No hay comentarios:
A ver qué tienes que decir