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martes, 29 de diciembre de 2015

Santos Inocentes


La historia 

Capítulo XXI.


1 Y he aquí que José estaba dispuesto para salir hacia Judea. Y hubo un gran tumulto en Belén de Judea, porque vinieron unos magos, diciendo: ¿Dónde está el nacido rey de los Judios? porque hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo.

2 Y cuando Herodes oyó que estaba preocupado y envió mensajeros a los hombres sabios. Y mandó llamar a los sumos sacerdotes y los interrogó diciendo: ¿Qué está escrito sobre el Cristo, donde ha de nacer? Ellos le dijeron: En Belén de Judea, porque así está escrito. Y los dejó ir. Y preguntó a los sabios, diciéndo: ¿Qué signo habéis visto acerca del rey que ha nacido? Y los sabios dijeron: Vimos una estrella muy grande brillando entre las estrellas y la eclipsaba de modo que las estrellas no se veian, y por lo tanto sabíamos que un rey ha nacido para Israel, y vinimos a adorarlo. Y Herodes dijo: Id a buscarlo, y si lo encontrais, me dais noticia, que yo también vaya y le adore.

3 Y los magos salieron. Y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos hasta que entró en la cueva: y se puso sobre la entrada de ésta. Y los magos vieron al niño con María, su madre, y sacaron de su alforja regalos: oro, incienso y mirra.

4 Y siendo avisados ​​por el ángel que no entraran en Judea, volvieron a su propio país por otro camino.


Capítulo XXII.


1 Pero cuando Herodes se dio cuenta de que fue burlado por los magos, se enojó y envió a los sicarios, diciéndoles: Matad a los niños de dos años de edad y menores.

2 Y cuando María escuchó que los niños estaban siendo asesinados, tenía miedo, y tomó al niño y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre de bueyes.

3 Pero cuando Isabel se enteró de que buscaban a Juan, lo llevaron y subió al monte y miró a su alrededor dónde se le podía ocultar, y no encontró escondite. Y clamó y dijo en alta voz: Oh monte de Dios, recibe a una madre con un niño. Porque no podía subir con su hijo. Y de inmediato se abrió la montaña y la recibió, y había una luz brillante que los esclarecía, porque un ángel del Señor estaba con ellos, teniendo cuidado de ellos.


Capítulo XXIII.


Y Herodes buscaba a Juan, y envió su sacerdotes a Zacarías, diciendo: ¿Dónde has escondido a tu hijo? Y él respondió y les dijo: Yo soy un ministro de Dios y permanezco continuamente en el templo del Señor, no sé dónde está mi hijo.

2 Y los servidores salieron del templo y le dijeron a Herodes todas estas cosas. Y Herodes se enojó y dijo: Su hijo un día va a ser rey de Israel. Y los envió de nuevo a Zacarías, diciendo: Di la verdad. ¿Dónde está tu hijo? porque tú sabes bien que tu sangre está en mi mano. Y los servidores salieron y le dijeron todas estas cosas.

3 Y Zacarías dijo: Yo seré mártir de Dios, si tú viertes mi sangre, mi espíritu el oderoso Señor lo recibirá, porque sangre inocente vas a derramar en el  vestíbulo del templo del Señor. Y sobre el amanecer del día Zacarías fue asesinado. Y los hijos de Israel no sabían que estaba muerto.



Un Niño Llamado Jesús (español latino)
Primera parte: https://youtu.be/-TkeqMN8Jjc
Segunda parte: https://youtu.be/KQbY0mNcWNg
 tercera parte: https://youtu.be/Jnr6zmd4MfQ
  cuarta parte: https://youtu.be/IUuznT2Dv_I



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