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miércoles, 28 de octubre de 2015

Las almas

Sobre los espíritus y las almas

Los cuerpos o vehículos del alma en sus mundos.

El crecimiento del alma y necesidad de reencarnarse.

El crecimiento del alma se efectúa al principio por adquisición de experiencias en los reinos inferiores en los que se halla su verdadera morada. Para esto reencarna; esto es:
1º Atrae materia del plano mental inferior y forma con ella el cuerpo mental con que ha de pensar; es decir, con que ha de traducir el mundo exterior de los fenómenos a términos de pensamientos y leyes concretos.
2º Atrae materia astral y forma con ella un cuerpo astral con que sentir; esto es, con que traducir el mundo fenomenal a términos de deseos y emociones personales.
3º Se provee de un cuerpo físico apropiado con que obrar; es decir, con que traducir el mundo a términos de propiedades físicas: pesado o ligero, caliente o frío, movible o inmovible, etc.

 

 

LOS VEHICULOS


DEL ALMA

 

Mundo

Superior

Cuerpo causal

Para desarrollar

Ideales

Pensamientos abstractos

mental

Inferior

Cuerpo mental

Para pensar

Ideas

Pensamientos concretos

Mundo astral

 

Cuerpo astral

Para sentir

Emociones

Deseos

Mundo físico

 

Cuerpo físico

Para obrar

Reacciones sensoriales

Acciones


Este proceso de revestirse el alma de estos tres cuerpos es la Reencarnación. Durante la vida del cuerpo físico toda vibración a que los nervios responden causa una reacción sensoria en el cerebro; el cuerpo astral la juzga agradable o desagradable; el cuerpo mental anota el juicio del astral y traduce la impresión en pensamiento, y, por último, el alma registra este pensamiento en el cuerpo causal. El alma envía su respuesta al fenómeno del mundo físico, por el cuerpo mental o astral, y por éste al cerebro físico. Siempre que actúa la conciencia funciona también este telégrafo del cuerpo causal.
Después de haber adquirido muchas ideas de este modo, el alma las analiza, las ordena y las generaliza, traduciéndolas de experimentos de la vida a ideales de pensamiento y acción; transmuta el mundo fenomenal en conceptos eternos, que son parte de ella misma.

El proceso de volver de la reencarnación, llamado muerte, no afecta en lo más mínimo al abandona este último y no pone atención ya en los fenómenos astrales, y únicamente observa el mundo mental inferior. Por último arroja de sí también el cuerpo mental y se reintegra plenamente en el Causal sin vehículos inferiores. Una vez más se halla, por decirlo así, en su “domicilio” aunque nunca lo abandonó en realidad, pues no hizo más que enfocar algo de su conciencia y voluntad a través de los vehículos de materia inferior; y los hombres han llamado a esto Reencarnación. Empleó los vehículos por distintos períodos, y, cuando ya no necesitó alma en el Cuerpo Causal, primero se deshecha el cuerpo físico y ya no puede responder por su medio a los fenómenos físicos, pero aún le quedan los cuerpos mental y astral, luego de ellos, los abandona finalmente.
Para el alma lo que nosotros llamamos vida y muerte no es más que el envío de parte de su conciencia a los mundos inferiores y su retorno una vez más al suyo superior.
 
 

 
behera

gora